[Imagen superior: Fauna, mención honorífica]

Aquí empieza la segunda parte del artículo. La primera parte está disponible aquí.

10. Licorice Pizza

Licorice Pizza_Lo mejor del 2021

Licorice Pizza engaña por su ligereza. Su amorosa recreación del norte de Los Ángeles en los setenta, en fotografía de celuloide, un soundtrack lleno de éxitos de la época, y algunas de las secuencias más puramente entretenidas y joviales que ha hecho Paul Thomas Anderson, nos hacen creer que sus dos protagonistas, el actor adolescente Gary Valentine y la joven de veintitantos Alana Kane están efectivamente enamorados. Pero esta relación, con sus toques de cariño sincero y el carisma de Cooper Hoffman y Alana Haim (ambos una revelación), está inteligentemente contrapuesta a los prejuicios de la época, encarnados en hombres tomados de la historia de Los Ángeles interpretados por estrellas de la talla de Sean Penn y Bradley Cooper. El resultado es una agridulce y compleja dedicatoria a un tiempo y un lugar pasados.

9. El contador de cartas

El contador de cartas_Lo mejor del 2022

En El contador de cartas, Paul Schrader regresa al modelo del cineasta francés Robert Bresson para explorar de manera indirecta las atrocidades cometidas por Estados Unidos en la llamada guerra contra el terrorismo. Los paralelos con El carterista abundan en la historia William Tell, su más reciente hombre solitario de Dios, un apostador entrenado que recorre los casinos de Estados Unidos sobreviviendo con mínimas ganancias. Tiffany Haddish y Tye Sheridan, cuyos personajes le ofrecen caminos a la venganza y la redención, dan trabajo destacado. Oscar Isaac da una de sus actuaciones más trágicas y mesuradas; a través de él, Schrader encuentra de nuevo una conexión espiritual en las rutinas más mundanas, que se sienten como una penitencia profunda por los horrores cometidos por su país.

8. La rueda de la fortuna y la fantasía

La rueda de la fortuna y la fantasía_Lo mejor del 2022

Una de dos películas de Ryūsuke Hamaguchi que llegó a salas mexicanas este año, La rueda de la fortuna y la fantasía es simultáneamente ligera y profunda. Captura la casualidad de la vida diaria para llegar a momentos terriblemente íntimos, potencialmente únicos en las vidas de sus personajes. Las tres historias que la componen versan sobre el amor y las relaciones humanas; cada una se siente única pero igualmente parte de un todo íntegro. Sean dos amigas que compartieron amor con el mismo hombre, una exalumna que trata de tenderle una trampa a un maestro, o un dramático encuentro erróneo, uno puede contar con que Hamaguchi nos lleve a lugares inesperados y reveladores. El largo fluir de sus conversaciones pudiera parecer poco cinematográfico, pero la precisión y paciencia de Hamaguchi al momento de colocar la cámara igualmente la hace un brillante y acertado uso de la técnica.

7. Benedetta

Benedetta_Lo mejor del 2022

Con Benedetta, el provocador holandés Paul Verhoeven regresa con una película que parece diseñada para sacudir a la iglesia católica hasta la raíz. Su adaptación de la historia de la monja Benedetta Carlini no solo presenta con gráfico detalle su relación carnal con una de sus compañeras de convento, pero también la trata como una expresión de fe pura e inspiración divina. Su mayor atrevimiento no es cuestionar la existencia de Dios y las creencias de la iglesia, sino encontrar a una de sus mayores devotar en alguien que choca con sus estrictos dogmas y representa todo lo que esta se opone. Nunca dado a los sermones, Verhoeven deja que la historia fluya de manera sensacional y atrevida, con imágenes y escenarios apocalípticos y sostenido erotismo.

6. RRR

RRR_Lo mejor del 2022

RRR se convirtió en la rara película de Tollywood (la industria del cine telugu en la India) en conectar con un público mundial y al verla es fácil ver por qué. Una obra de ficción épica situada en la lucha por la independencia de la India, el director S.S. Rajamouli crea la clase de epopeya que Hollywood debería estar haciendo pero que por alguna razón no puede o no quiere. Su narrativa trasciende la barrera del idioma, estableciendo a sus personajes, conflictos y motivaciones a través de secuencias de acción con imposibles acrobacias y magistrales coreografías, preciosamente capturadas por una cámara con un ojo a lo dramático. Acción, tragedia, comedia y el mejor número musical del año (acompañado de la infecciosa pieza “Naatu Naatu”) coexisten; la película nunca pierde su hilo como la historia de amistad entre dos hombres que el azar pone en lados opuestos de la lucha.

5. Memoria

Memoria_Lo mejor del 2022

Pocos directores encarnan la palabra “contemplativo” como el tailandés Apichatpong Weerasethakul. Su cine no es para todos y hasta hace poco también habría dicho que no es para mí. Pero viendo Memoria, algo finalmente hizo clic. Sus planos estáticos y prolongados son un antídoto a la estimulación exagerada de muchos otros cines actuales y de la vida en general y es en este vacío deliberado donde encuentra algo profundo y mágico. En su película más reciente, Tilda Swinton interpreta a una mujer que viaja a Bogotá, Colombia para cuidar de su hermana enferma; ahí se obsesiona con un sonido que solo ella parece escuchar y que no se parece a nada que haya oído antes. El estilo de Apichatpong está perfectamente sincronizado a su búsqueda; nos hace conscientes del simple acto de existir en un lugar y las posibilidades espirituales contenidas dentro de él.

4. Top Gun: Maverick

Top Gun Maverick_Lo mejor del 2022

El que Tom Cruise haya mantenido su estatus como estrella de cine por casi cuatro décadas puede explicarse como un milagro o un inteligente manejo de su persona en pantalla. A primera vista Top Gun: Maverick parece uno de tantas películas de Hollywood cínicamente diseñada para explotar la nostalgia. Pero esta secuela supera a la primera Top Gun: Pasión y gloria, con una historia que astutamente aprovecha la edad de Cruise y los hilos narrativos que quedaron colgando de su predecesor. Su disciplinado guion, construido alrededor de una misión que le exige lo imposible a la nueva generación de pilotos que Maverick debe entrenar, se eleva todavía más por sus impresionantes acrobacias aéreas (nadie como Cruise para arriesgar su propia vida en nombre del realismo y el asombro) y brillante tensión a cargo del director Joseph Kosinski.

3. Petite Maman

Petite Maman_Lo mejor del 2022

La infancia nos enseña a ver a las figuras maternas como símbolos de autoridad y no como seres humanos que alguna vez tuvieron las mismas experiencias que nosotros. En Petite Maman, la directora francesa Céline Sciamma convierte esta idea en una metáfora simple pero no por ello menos poderosa. En el patio trasero de la casa de su abuela, la pequeña Nelly se encuentra con una niña prácticamente idéntica a ella, quien resulta ser su propia madre. Las dos se vuelven amigas y es a través del juego que la película encuentra sus momentos más íntimos. Corta y precisa (dura apenas poco más de una hora), pero también espontánea y enamorada de sus paisajes otoñales, la película está llena de los gestos sutiles pero potentes que hacen de Sciamma una de las mejores cineastas trabajando hoy en día.

2. La peor persona del mundo

La peor persona del mundo_Lo mejor del 2022

La vida pocas veces sigue el camino que esperamos. Parte de madurar es aprender a aceptar esos desvíos y no dejarnos influenciar por las ideas inventadas que vemos en el mundo que nos rodea. La peor persona del mundo, la nueva película de Joachim Trier, cuenta la historia de una joven prometedora y brillante cuya vida, que alguna vez siguió un rígido camino personal y profesional, sufre varios desviós. Después de probar con varias carreras universitarias, Julie está al borde de los treinta, trabajando en una librería y enamorada de dos hombres. Renate Reinsve emerge como una verdadera estrella en una película que empieza como comedia romántica para convertirse en un divertido, triste, ensayo sobre el fin de la juventud. Su drama es devastador, pero uno finalmente encuentra una profunda paz y comprensión en él.

1. Drive My Car

Drive My Car_Lo mejor del 2022

El director japonés Ryūsuke Hamaguchi sigue un camino poco convencional para adaptar al escritor Haruki Murakami. En la película de Drive My Car, un retrato de unas pocas páginas se convierte en una película de tres horas que, de manera casi milagrosa, no pierde nada de su cualidad enigmática. Partiendo de la premisa de un actor que debe ser conducido por una chofer varios años más joven, Hamaguchi juega con el escenario teatral y la traducción entre idiomas para adentrarse a la desesperación y el duelo. Su estilo es disciplinado, atento al ritmo de las vidas diarias de sus personajes. La inesperada amistad entre Yūsuke y Misaki revela sus matices en el confort del Saab 900 de él. Tanto el guion como la cámara se toman su tiempo para acercarse en el momento correcto, revelando sus sorpresas en el momento indicado.

Drive My Car es una carretera sinuosa por las muchas tristezas y alegrías de la vida, una obra de magistral paciencia y la mejor película que vi de este año.