Mucho puede pasar en muy poco tiempo. Para Olivia, de trece años, un día basta para estar en un accidente automovilístico, tener su primera menstruación, conocer a su estrella de futbol favorita y ver a su madre en estado de ebriedad. Tan dramáticos como pueden ser estos eventos, Passarinho los presenta con un tono ligero y tierno. Este proyecto, que compite en la sección de cortometraje mexicano del Festival Internacional de Cine de Morelia, es una comedia que explora la amistad, la relación madre e hija y el amor por el deporte.

Passarinho es dirigido por Natalia García Agraz como su proyecto de titulación por el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ella también es directora del cortometraje El último romántico, que en 2019 fue nominado a los Óscares estudiantiles y se proyectó en los festivales internacionales de Tribeca, Los Ángeles y Morelia. García Agraz está trabajando actualmente en un guion de largometraje titulado Acapulco.

Ésta es la conversación que tuve con ella. Me platicó sobre el cuidadoso tono que necesita una comedia coming of age, del apoyo brindado por asesores y colaboradores, de trabajar como su propia editora y su relación personal con un mundo tradicionalmente masculino como lo es el del futbol.

Esta entrevista fue editada por claridad y extensión.


Passarinho es un ejemplo muy claro de una historia coming of age, sobre la transición de la infancia a la madurez. Para ti, ¿cuál es el valor de estas historias?

Yo creo que todas las historias tienen su valor y en particular las historias de coming of age se me hacen muy entrañables. Particularmente yo que soy mujer, me dan mucha ternura los personajes que son niños o adolescentes y que están transicionando ese cambio que es muy evidente. En mi caso, ésta es una historia autorreferencial, está basada en una anécdota que me sucedió con mi mamá y mi mejor amiga. Incluso el corto está dedicado a mi madre. Para mí tiene un valor emocional muy grande.

Algo que me impresionó de Passarinho es el tono. Encuentras comedia llevando situaciones al extremo, pero sin sacrificar la cotidianidad o la realidad de tus personajes. ¿Cómo es encontrar el tono indicado para un proyecto como éste?

Creo que el tono y el género no son cosas que yo elijo. No es tanto que yo diga “quiero hacer comedia” pero sí me sucede que naturalmente orbito hacia allá. Es mi manera de procesar el mundo y las cosas que me suceden. La anécdota en la vida real era una anécdota muy chistosa, que a mí me causaba mucha gracia. Una vez que fui a un partido de futbol con mi hermano, mi mejor amiga y mi mamá y fue un día en que sucedieron muchas cosas: que chocamos, que a mí me bajó, que mi mamá estaba borracha.

Passarinho_1

La verdad que esa anécdota siempre la recordaba con mi hermano, con mi mamá y con mis amigos y a la hora de decidir qué historia decidí contar para mi tesis, esa historia regresaba un montón. Decidí que quería contarla y como de manera orgánica tiendo a irme hacia la comedia fue: “vamos a escribirla en tono de comedia”.

Sí fue una labor encontrar un tono que le hiciera justicia a la tridimensionalidad de las cosas y de los personajes y que no fuera muy plana. Con la comedia sucede que es un género muy accesible para el público en general pero “mal visto” en las escuelas de cine como en la academia porque siempre se ve como un género vulgar o menor. También ahí encontrar cómo contar una historia y articularla de una forma que tenga un tono único. Tampoco emular o copiar el tono de las comedias gringas ni de las comedias mexicanas que son completamente comerciales, sino intentar encontrarme en una historia que es muy personal para mí.

Me llega mucho hablar de mi mamá y un poco de cómo era yo a esa edad y encontrar la forma de transitarlo a través de la comedia; también el tema de ser mujer, la menstruación, darse cuenta de todas estas cosas que son muy fuertes y pesadas. En este caso yo quería abordarlas con esa importancia, pero también dándoles esa ligereza que dice que tampoco son una tragedia.

Son cosas que suceden, son cosas que se hablan y son cosas que se heredan y por eso quería que al final no solo fuera una historia sobre la menstruación. Para mí, el eje principal es una historia de madre e hija y un entendimiento que hay entre esos dos personajes que en un inicio no se llevan bien y no se entienden. Hacia el final, entre muchas cosas, logran encontrar una complicidad entre ellas.

¿Cómo es navegar ese estigma que hay hacia la comedia? ¿Cómo ha sido trabajar dentro de ese género?

Es un género que a mí me encanta. Me gusta la comedia muy fárcica como Monthy Python y la comedia más negra como los hermanos Coen, pero son referentes que no son mexicanos. Yo también trabajo como guionista de comedia y casi todos los referentes que te piden son extranjeros y particularmente gringos.

Sí es un reto encontrar un tono y un género particular que se adapte a lo que realmente es la realidad en México y lo que da risa aquí. La idiosincrasia mexicana no está muy aprovechada. Tú sales a la calle y te pasan diez cosas chistosas; la gente es surreal y convive la tragedia con la comedia en este país. Pero eso no se ve muy reflejado en la pantalla.

Passarinho_2

También se va a este extremo de que la comedia está en una caja súper comercial y no es un género muy bien cuidado. Está plagado de referentes de otros lados. Entonces trabajar un tono particular mío, que además era una historia muy personal, y darle este tratamiento de comedia, sí fueron muchas vueltas desde el guion, fueron muchísimos drafts.

El guion lo coescribí con un chico de Tijuana que se llama Gerardo Lechuga, que tiene un tono muy bueno de comedia. Con él fue darle muchas vueltas para, además de esa anécdota que era autorreferencial, irme despegando y crear cosas nuevas. También resumirla porque es un corto chiquito, cortito; dura como diez minutos y pasan muchas cosas.

El balance entre todo lo que sucedía, el tono, el espacio en el que sucede, sí fue un reto. Fueron muchas reescrituras para ir encontrando qué sí era chistoso y qué era relevante en la historia. En la comedia pasa que muchos chistes y cosas graciosas se acaban yendo; las terminas cortando porque te cuestionas: “¿esto es una payasada y ya, o está aportando algo a la historia?” Muchas veces termina siendo una payasada y ya y hay que depurar.

Para mí todos los géneros son súper interesantes y válidos y a mí en particular me interesa mucho explorar todo el rango que es la comedia porque es súper amplio. Yo digo comedia y a ti se te pueden ocurrir unas cosas y a mí otras, pero es como cualquier género, completamente diverso. Sí fue una labor muy grande en el proceso de escritura y luego en el de edición buscar si había chistes por corte; cómo sucedían esos chistes, si eran chistosos o no, o si eran relevantes o no.

Yo también en algún punto dije “si esto no es una comedia y termina siendo un dramón también estoy bien con eso.” Dejaba que la historia me fuera diciendo hacia dónde quería llegar y me sale de forma natural irlo llevando hacia ese lugar. Aprendí un montón y fue bastante interesante intentar acomodar dónde meter chistes, dónde no.

El tono que se engloba en esta película es muy particular de esa película. Es lo que pasa con muchas películas, que sí pertenecen a un género pero también cuando son muy personales y tienen muchos otros elementos que no son solo del género se empiezan a transformar en otra cosa que para mí es un poco difícil de catalogar.

Passarinho_3

¿Para este corto tuviste algunos referentes en particular? ¿Película u otros cortometrajes?

Sí, yo estaba buscando referentes en México y tuve la suerte de que en el CCC nosotros podemos elegir a nuestros asesores. Mis asesores fueron Alonso Ruizpalacios, Mariana Chenillo, Carlos Cuarón y Pato Saiz. Alonso maneja un tono que se sale de los cánones de género contemporáneos que están en boga del cine mexicano; él también explora cosas más de género.

También tuve la suerte de encontrarme con Mariana, que es una directora mexicana que también hace comedia. Hizo esta película que se llama Cinco días sin Nora que a mí me parece muy bonita y maneja esta particularidad de ser una película muy personal en un tono de comedia.

A mí me parece muy importante explorar esas narrativas porque el escenario del cine mexicano y del país es brutal, violento y fuerte y todas esas narrativas son muy necesarias. Pero también creo que un poco de luz y ligereza también es importante y hace falta. Mariana también había filmado Club de cuervos, entonces había filmado en un estadio y fue una gran maestra y me dio muchísimos consejos.

Mi sinodal fue Carlos Cuarón, que también filmó una película de futbol, Rudo y cursi y que también maneja un rango muy amplio de géneros. Además de que sus películas fueron referentes muy importantes, tuve la fortuna de que me asesoraran desde el guion y un poco después en la edición. Me iluminaron un montón, sí agradecí muchísimo tener la experiencia de estos directores y directora muy experimentados que además ya habían hecho cosas que tenían que ver con futbol y con filmar un estadio, que es bastante complejo en sí.

Me ayudaron a encontrar en mi historia esa intimidad y ese elemento muy personal dentro del género y el tono; explorarlo y darle vueltas y ser muy honesta con lo que me nacía contar y tampoco forzarlo hacia un lugar ni a otro. Yo no quería que a fuerzas fuera una comedia o un dramón, sino dejar respirar la historia y que fluyera hacia donde tenía que fluir. Así fue como se fue acomodando y la verdad sí fueron grandes referentes. Sí me siento muy afortunada.

También eres editora de Passarinho. En un género como la comedia donde el orden de los planos y el ritmo es tan importante para generar esas risas, ¿cómo es editar un proyecto que también escribes y diriges?

Es demasiado complejo. Es de las últimas veces que me involucro como editora principal en mi trabajo porque me tomó mucho tiempo. Sí entiendo por qué existe el rol del editor y es un oficio tan importante. Para una es muy difícil desapegarse del material y verlo; dejas de tener la habilidad de ver tu propio trabajo.

Passarinho_4

Filmé a finales de 2019 y empecé a editar cuando arrancó la pandemia. Estaba sola, era una dinámica muy difícil y fue un proceso muy largo el de edición. Me tardé como cuatro años en editarlo porque lo pausaba y tomaba otros trabajos por necesidad. Retomarlo era muy difícil y como la particularidad de la comedia tiene que ver con el ritmo y con el tono, tiene que ver con una concentración muy particular y con una forma de poder desapegarse y ver el material como si tú no lo hubieras hecho.

Eso es extremadamente difícil pero tuve asesores muy chidos. Alonso ha visto mi corto como 40 veces porque me estuvo asesorando mucho en la edición. También el fotógrafo, José Grimaldo, me ayudo muchísimo en la edición porque ya hacia el final estaba completamente perdida. Además, yo tenía mucha ansiedad en la pandemia, entonces veía el corto y decía “¡es que va lentísimo!” Y nada más lo machacaba y lo machacaba y de pronto ya duraba siete minutos y todo mundo me decía “no, va demasiado rápido” y yo lo veía y decía, “va super lento.”

Sí tuve varios aliados. Otra compañera del CCC que se llama Fernanda Tovar, en el proceso de edición también me ayudó un montón. Nos sentábamos y lo veíamos. La comedia es mucho de probarlo con distintos públicos. Yo lo probaba con mi hermano, con las personas que estaban a la mano. Ellos eran mi público y yo veía si se reían, si les conmovía o no, porque yo perdía el hilo por completo de cosas de ritmo en particular.

Ahora veo el corto y creo que en diez minutos pasan muchas cosas. Iba muy rápido y era muy difícil encontrar las pausas y los momentos de no estar hasta arriba. Hacia el clímax, en varios cortes, yo ya no sentía nada de tantas cosas que pasan. Si arranca con un choque, ¿hacia dónde puedes jalar esto?

Sí fue un proceso muy difícil. En el corto que dirigí después trabajé con una editora que se llama Julieta Seco y con otra directora que se llama Kim Torres y la verdad fue un proceso más ameno tener una persona al lado, otra mirada y otros ojos que puedan ser espectadores y tomar decisiones.

Además, a mí en la escritura me gusta mucho coescribir, entonces de ahora en adelante quisiera coeditar o incluso permitirle a alguien editar. Sí estar yo involucrada, pero es muy difícil editar tu propio material en especial cuando es comedia y necesitas un espectador.

Passarinho_5

En una entrevista para El economista mencionas que de niña no pensabas en el fútbol como algo exclusivo del género. ¿Cómo fue para ti, de niña, descubrir el fútbol como algo socialmente masculino? ¿Cómo evolucionó tu relación con el deporte hasta el momento en que decides hacer Passarinho?

También por eso me interesaba contar esta historia desde el punto de vista de dos niñas. Cuando eres pequeña no te das cuenta de que hay tantas restricciones en el mundo siendo mujer. No te das cuenta de que el deporte es un espacio de hombres o que la menstruación es algo que te debe avergonzar. Solo son cosas que nos pertenecen a todos y conforme vas creciendo te van diciendo que no, que ese espacio es de hombres, que el cine también es de hombres. Hay muchas trabas sociales. Cuando eres niña no te das cuenta de eso. Para mí era muy importante que estas niñas ni siquiera se cuestionen si tienen que estar en el estadio o no. El estadio es suyo, los jugadores son suyos y ellas saben lo que saben.

A mí me pasó eso. Afortunadamente tengo el privilegio de haber crecido en una familia de clase media alta en México. A mí nunca nadie me dijo “no puedes jugar futbol,” fue cuando tenía quince o dieciséis que me fui dando cuenta de que los equipos que se toman en serio son los de los hombres. Mis primos no querían que yo jugara con ellos. Empezaron a pasar una serie de cosas donde yo fui entendiendo que, según ellos, no es un espacio que le pertenece a las mujeres.

Creo que hoy en día, generacionalmente, han cambiado mucho las cosas. Ahora el futbol femenil sí es considerado como algo serio. Yo veo los partidos de futbol femenil y me gustan un montón porque le echan muchas más ganas que los hombres y son partidos, en muchas ocasiones mucho más emocionantes que la liga de hombres.

Lo mismo con muchos temas, de nuevo con la menstruación. Para mí era importante el tema generacional de la mamá. Quizá a ella no le explicaron nada, que es el caso de mi madre. Del lado de mi madre venimos de una familia muy religiosa, muy católica, entonces son temas de los que no se hablan, que están mal vistos. Pero de mi madre a mí hay un brinco generacional donde mi mamá por lo menos a mí me pudo decir que no pasaba nada y que no era algo malo. Y sé que con las generaciones que entran cada vez hay más apertura, más discusión sobre, por ejemplo, la menstruación digna.

Passarinho_6

De una manera muy sutil, yo también quería hablar de eso sin que fuera muy panfletario, simplemente algo que la protagonista experimenta de la manera que le toca. Sí hay un momento de reconocimiento, de “esto es importante, esto conlleva muchísima historia, muchísimas dudas”. Pero al final del día, esa complicidad entre las mujeres va sanando esas cosas que son traumáticas y que se supone que no se debían hablar y las mujeres van tomando más espacio.

En mi relación con los deportes, me desentendí porque cuando tenía como dieciocho me dejó de interesar un espacio donde no cabía yo tanto. Hasta ahora me he vuelto a reencontrar con eso y he ido a ligas con mujeres y la verdad es muy divertido ver el futbol femenil. Ahora que fueron las olimpiadas, los partidos de las mujeres, la verdad son increíbles.

Siento que se ha transformado mucho, pero siempre hay un momento en la vida donde una mujer se da cuenta que ser mujer implica muchísimas desventajas o estigmas. Y creo que es importante que cada vez esa brecha se vaya cerrando y que las generaciones mayores le expliquen a las generaciones menores que no hay ningún problema y que el mundo les pertenece y que si quieres ser futbolista o cineasta o lo que sea, puedes.

Depende mucho del contexto y hablo del privilegio porque sigue habiendo comunidades donde las mujeres no pueden estudiar o no pueden hacer lo que quieren, donde la menstruación es algo de lo que avergonzarse. Pero va avanzando.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Qué podemos ver próximamente de ti?

He trabajado bastante como guionista de series de comedia. Hice otro cortometraje que se llama Una revolución que está en otro tono, justo quería explorar algo que no fuera comedia. Se está presentando en algunos festivales, estuvo en Morelia el año pasado y ahora va a estar en un festival en República Checa.

Lo principal es que llevo un rato trabajando en el guion de mi película, que espero poder filmar pronto. El guion de mi película antes tenía mucho que ver con mi tesis, era una madre y una hija, y se ha transformado bastante porque no quería repetir esa historia. También es una comedia, pero es una comedia un poco más oscura, que tiene mucho que ver con la Ciudad de México y estar perdido en la Ciudad de México. Esa la estoy coescribiendo con mi hermano y es una película que se trata sobre dos hermanas. También se trata sobre complicidad en este mundo caótico. Espero poderla filmar pronto porque la verdad sí llevo un rato trabajando en ese guion.


Passarinho se estará presentando en el Festival Internacional de Cine de Morelia.